Esta mañana, mientras estaba repasando la onomástica romana (tiene cojones), se me ocurrió una cosa. En un post anterior (hace unos meses) dije que mi Ipod 3G había muerto, pero he querido probar una ultima cosa, una última acción desesperada....y ha funcionado!!
De repente empezó a reaccionar el chiquitín y ya está operativo otra vez. Ahora tengo un Nano y la diferencia de tamaño y peso es considerable (además de la pantalla a color y el mejorado menú) así que creo que me voy a quedar con éste y el Ipod 3G se lo voy a dar a mi hermano para que lo disfrute (a veces soy tela de bueno).
En definitiva, queda claro que La esperanza es lo ultimo que se pierde.
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