Ayer comenzamos en casa una de las más odiosas tareas del verano, de todos los veranos (sólo me libré el veranito que estuve currando en Portugal), pintar la casa. Lo realmento odioso no es el mero hecho de pintar, entre mi hermano Chiqui y yo lo tenemos listo en poco tiempo...lo malo es el movimiento de muebles y trastos de un sitio a otro , de una habitación al salón o al pasillo, de la derecha de la habitación a la izquierda. Se pierde más del 70% del tiempo en mover y volver a colocar muebles y trastos. Si no fuera por ese hecho no me importaría pintar los veranos. Encima el pequeño (que no lo es tanto) se levanta de la siesta y se va a la playita o a jugar al futbol, que poca vergüenza.
Por cierto, he colgado nuevas fotos en el fotoblog
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1 comentario:
Bueno, no es tan malo, después de todo: al mover cosas, se limpia y sanea la casa, se tiran cosas inservibles, todo queda como nuevo y da mucha satisfacción...
Lo peor es hacerlo con todos los calores. Así que en mi caso que estoy también pintando es hacerlo por partes: cada verano, una parte de la casa (y no es que la casa sea el Buckingham Palace). Este verano toca salón; otro, cocina y baños, otro habitaciones o pasillos, o terrazas... Sin prisas... Lo peor de esto es que es como pintar el puente rojo de San Francisco, cuando acabas por un sitio tienes que volver a pintar por el principio porque ya han pasado los años...
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